El modelo de referencia OSI -Open System Interconnection- es la forma
en que la ISO -International Standards Organization- ve las etapas en
que se desarrolla un proceso de comunicaciones en redes de datos. El
modelo tiene una historia y a veces puede resultar complejo de
comprender, pero como vamos a ver en esta entrada no lo es tanto como
parece.
Para comprender el contexto de los modelos de comunicación por capas,
hay que partir de la base de que cuando aparece una nueva tecnología de
red, los dispositivos que la soportan con frecuencia usan varios
protocolos simultáneamente. El ejemplo más claro de ésto es TCP/IP:
cualquier estación que soporte esta tecnología, inherentemente soporta
otros protocolos aparte de TCP e IP (que son protocolos independientes
uno del otro), por ejemplo, debe soportar UDP e ICMP entre otros.
En ese caso cada protocolo cumple unas funciones especiales dentro
del propósito completo de la tecnología o las necesidades particulares
de comunicación y ahí es donde entran los modelos. Un modelo de
comunicación por capas define las funciones específicas que realiza la
tecnología en particular, las agrupa y usa tales grupos para encajar sus
protocolos dentro de ellos. Se dice que los modelos son en capas porque
las funciones definidas se complementan unas a otras y se realizan
operaciones sucesivas sobre la información, de tal manera que ciertas
funciones siempre van a preceder a otras cuando se envía la información y
se ejecutan en orden inverso cuando se recibe, lo que evoca una pila
(stack), es decir una acumulación de cosas una encima de la otra donde
para sacar lo que se puso primero antes hay que quitar lo que está
encima.
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